Libro: Las Luces de Septiembre, Carlos Ruiz Zafón

 

Título: Las Luces de Septiembre

Título original: Las Luces de Septiembre

Autor: Carlos Ruiz Zafón

Saga: Trilogía de la Niebla (3/3)

Género: novela, juvenil, misterio, fantasía

Editorial: Planeta

Nº de páginas: 317

Año: 1995

Encuadernación: tapa blanda

País: España

Saga: Trilogía de la Niebla

El Príncipe de la Niebla

El Palacio de la Medianoche

Las Luces de Septiembre

Sinopsis:

Un misterioso fabricante de juguetes que vive recluido en una gigantesca mansión poblada de seres mecánicos y sombras del pasado... Un enigma en torno a extrañas luces que brillan entre la niebla que rodea el islote del faro. Una criatura de pesadilla que se oculta en lo más profundo del bosque...Estos y otros elementos tejen la trama del misterio que unirá a Irene e Ismael para siempre durante un mágico verano en Bahía Azul. Un misterio que los llevará a vivir la más emocionante de las aventuras en un laberíntico mundo de luces y sombras.

Mi opinión:

Ya sabéis que el segundo libro de esa trilogía no me gustó mucho, así que no tenía muchas esperanzas con este. Para mi sorpresa, me ha parecido el mejor de la saga, aunque no me haya encantado.

Los protagonistas son la familia Sauvelle, formada por la madre, Simone, y dos hijos adolescentes, Irene y Dorian. Tras la muerte del padre, se ven anegados por las deudas y prácticamente en la ruina. Hasta que trasladan a un pequeño pueblecito costero llamad Bahía Azul donde Simone ha encontrado trabajo como am de llaves. Su empleador es ni más ni menos que Lazarus Jann, un célebre y excéntrico fabricante de juguetes que vive en una mansión repleta de autómatas que el mismo ha fabricado. Al principio ese trabajo parece la solución a todos sus problemas, pero pronto Irene empieza a darse cuenta de que Lazarus Jann oculta más de un secreto y que la vida de su familia podría correr peligro.

La historia no es lo más original del mundo, pero es bastante interesante e intrigante y tiene más de un giro inesperado. No os cambiará la vida, pero si buscáis un libro ligero y entretenido que se lea fácilmente, esta es una buena opción. Tiene escenas de tensión muy bien logradas y es bastante adictivo. En parte me recordó un poco a El Príncipe de la Niebla porque algunos elementos de la historia son similares pero creo que en Las Luces de Septiembre están mejor desarrollados. Aun así, creo que hay algunas ideas que son muy interesantes, pero que daban más de sí.

Los personajes me han dejado más bien fría. El único que me gustó fue Lazarus Jann, me sorprendió su evolución y creo que es un personaje muy interesante Como siempre, lo mejor de las novelas que componen esta trilogía son sus respectivos villanos. Sin embargo, los protagonistas son bastante simples y no son especialmente carismáticos, por lo que en general me resultaron muy olvidables. Simplemente no acabé de conectar con ellos.

La ambientación es un punto a favor. Enseguida uno puede imaginarse perfectamente ese pueblecito alejado de todo y su ambiente Además, la idea de esa mansión solitaria repleta de autómatas me encantó. No sé por qué, pero siempre me han atraído las novelas cuya trama está relacionada con estos seres mecánicos, y los que encontramos en esta novela no darán más de un momento inquietante.

Ahora bien, Zafón ya me ha demostrado de sobra que n tiene idea de escribir romances, al menos en esta saga. Al igual que en El Príncipe de la Niebla, los personajes cruzan un par de miradas y ya quieren estar juntos ara toda la eternidad. No puedo creerme una historia de amor así, y mucho menos de conectar con ella.

En conclusión, Las Luces de Septiembre no es una novela memorable, pero cumple a la perfección su función de entretener, con giros inesperados, mucha intriga y una gran ambientación, lo que compensa la simpleza de los protagonista y lo apresurado de la historia de amor. Para pasar el rato está bien.

Lo mejor: La ambientación, y todo lo relacionado con los autómatas.

Lo peor: El romance instantáneo.

Calificación: 3'5/5 💓💓💓💔

Bueno.

Citas:

"No valía la pena perder el tiempo en intentar cambiar el mundo; bastaba con evitar que el mundo lo cambiase a uno".

"-Todo se puede hacer. Es cuestión de atreverse a ello o no".